No es casualidad que el aceite esencial de naranja se utilice con frecuencia durante los masajes. Contiene una sustancia llamada linalool, que alivia la tensión, calma el sistema nervioso y mejora la función cardíaca.
El aroma cítrico ayuda a aliviar el dolor de cabeza, mejora el estado de ánimo y aporta una sensación de armonía.
Curiosamente, la esencia de naranja también tiene propiedades antibacterianas: inhibe la proliferación de bacterias como la salmonela y actúa como antiséptico natural.
Solo hay un inconveniente: es un alérgeno potente, por lo que antes de usarlo se debe diluir en un aceite base (por ejemplo, de almendra o coco).
Unas gotas de aceite de naranja bastan para llenar tu día de calidez, ligereza y serenidad interior.
