Nuestros antepasados domesticaron la cebolla silvestre hace más de 5000 años, y desde entonces se valora no solo como alimento, sino también como remedio medicinal.
Aunque la composición de nutrientes varía según la variedad, la mayoría de los tipos contienen micronutrientes similares que benefician al organismo.
La cebolla verde es rica en vitaminas del grupo B y en minerales como cobre, hierro, manganeso y calcio.
La parte verde de las hojas es una excelente fuente de ácido fólico, que favorece la formación de sangre y la salud del sistema nervioso.
